Y así comienza.

Nos quedamos dormidos entrelazados como si nos hubieran cosido juntos, no solo desnudos en el sentido físico, sino desnudos en el silencio que siguió: sin planes resonando en mi cabeza, sin listas llenando mi pecho. Su respiración se estabilizó contra mi clavícula; su mano encontró mis costillas y s...

Login to Unlock ChaptersPromotion