Capítulo 40 El abismo en mi pecho

El sello volvió a arder esa noche, como si no me dejara dormir. Dante respiraba a mi lado, aún débil, y yo lo observaba luchar contra sueños agitados. Sus labios se movían entre gruñidos, y su frente estaba perlada de sudor. Lo acaricié, intentando transmitir calma, pero fue inútil: él estaba atr...

Login to Unlock ChaptersPromotion