CAPÍTULO 41

El aire del auto se siente espeso, como si cada kilómetro que nos acerca a la prisión le quitara un poco más de oxígeno al ambiente. No puedo dejar de mover los dedos sobre mis rodillas, ni de mirar por la ventana sin realmente ver nada.

Jacob conduce en silencio, con sus manos firmes en el volante...

Login to Unlock ChaptersPromotion