Capítulo 23.

SAINT.

Nunca había estado tan cabreado en una misión antes. Y no porque estuviéramos perdiendo.

Sino porque ni siquiera estábamos jugando.

Llevábamos encerrados en esta maldita habitación más de cuarenta y ocho horas con nada más que aire reciclado, informes inútiles y los cambios de humor de Kes...

Login to Unlock ChaptersPromotion