Capítulo 150

SAINT.

El olor a sangre, hierro y piedra húmeda me golpeó al entrar.

Era el tipo de aire que se pegaba a la lengua y se negaba a irse.

Freya estaba donde la dejé.

Atada a un taburete, las muñecas magulladas contra la cuerda, su barbilla levantada lo justo para mantener la ilusión de que aún tení...

Login to Unlock ChaptersPromotion