Capítulo 289

—James, siempre te ves tan serio. No es de extrañar que la gente tenga miedo de hablar contigo. Necesitas relajarte —bromeó Alice, tocándole la mejilla juguetonamente.

—No necesito a nadie más —dijo James, besando el borde de sus labios, su sonrisa suave—. Solo te necesito a ti. Para esta vida, sol...