DOS. 31

La figura permaneció inmóvil, como si estuviera congelada en el tiempo. No pasó nada.

—Olvídalo. No nos está molestando, ¿verdad?— gruñó el líder, volviendo su atención hacia Aekeira. —Ahora, mi bella, ¿dónde estábamos?

—¡Déjame en paz!— Aekeira respiró entrecortadamente, temblando de rabia y mied...

Login to Unlock ChaptersPromotion