DOS. 23

—¡Oh, Ukrae, oh Ukrae, por favor montame. Alguien, por favor...!— gritó la chica, su voz rota y desesperada. Se arrodilló y—

—No lo hagas— la advertencia de Daemonikai se apagó en su garganta cuando la chica se agarró las mejillas y se presentó ante todos.

Por los aromas de Hades. Gruñidos retumba...

Login to Unlock ChaptersPromotion