Hablar en persona

Mika caminaba sin rumbo por las calles nocturnas de Moscú, con la adrenalina de la pelea todavía bombeando por sus venas. El frío de la noche mordía su piel, pero apenas lo notaba, consumido por la rabia y la frustración. Siempre lo mismo con su padre: control, secretos y esa maldita actitud de sabe...