Capítulo 27 No quiero una esposa delgada

Edmund no mostró signos de sorpresa y habló con su habitual tono frío:

—El sirviente ya ha preparado el almuerzo. Tenía pensado que el sirviente te alimentara después de que despertaras, pero como tu herida no es grave, puedes bajar y comer por ti misma.

Dicho esto, Edmund se levantó y se fue.

Vi...

Login to Unlock ChaptersPromotion