Capítulo 32

"¡Yeeeehhhh!" Los vítores y aplausos de Burhan sonaban como un tambor en un funeral.

Cuando nadie se unió a él, se dio la vuelta y se horrorizó al ver las caras serias de los mayores.

Había un silencio sepulcral en la habitación. Ni siquiera en la muerte se produce tal silencio.

"Zain, hijo, nunc...